Consideraciones humanas sobre cuestiones inútiles, innecesarias e imperfectas de la profesión atea. Compartir lo efímero, testimoniar lo disoluto, aullar ante el silencio. Aulla! Aulla!

6/29/2015

EL CAMINO HACIA LA EXCLUSIÓN DE GRECIA IV

Goya (Saturno devorando a su hijo)
La hoja de ruta establecida por los poderes económicos y financieros para Grecia se va cumpliendo inexorablemente, tal y como aquí se había establecido en entradas anteriores. La apuesta del gobierno heleno por consultar a la ciudadanía, excluyendo al parlamento en la toma de esta decisión, ha trasladado la responsabilidad de sobre la oferta para un acuerdo establecida por la troika a la propia ciudadanía, quizá con el único motivo de presionar a la UE para sacar mejoras en sus peticiones, reduciendo el nivel de sus exigencias. 

Podemos pensar que esta decisión de Alexis Tsipras, no aceptando las exigencias hasta hoy establecidas por la troika, no hubiera tenido dificultad en salir adelante en sede parlamentaria, siempre y cuando consideremos que en las filas de Sryza la mayoría de sus integrantes apoyarían esta decisión sin resquebrajar el partido. Sin embargo es esta una decisión de tanto calado que fuera cual fuera la opción elegida, en sede parlamentaria el partido de Sryza estaría dividido y es difícil de ajustar si el número de deserciones por esa opción se vería recompensado con los votos de los paridos de extrema derecha y los nacionalistas socios del propio gobierno para poder salir adelante. Parece que la opción del referéndum ha sido impuesta por el ala más a la izquierda del partido, que avisó con crear una crisis en el propio gobierno si se aceptaban las condiciones impuestas por la troika. Con ello, al pueblo griego, se la ha trasladado la responsabilidad de elegir que tipo de agonía prefiere antes de perecer: la de mantener las constantes vitales en crudo, sin apenas cuidados paliativos, o la defunción fulminante por abandonar la UE y el Euro.  

Con la primera opción la esperanza de vida es corta, habrá nuevas crisis de deuda y ofrece muy pocas esperanzas de sobrevivir a largo plazo, salvo en condiciones de absoluta precariedad y pobreza, al continuarse aplicando la misma medicina que, paradójicamente, ha agudizado la propia enfermedad. Con la segunda, se acepta la incertidumbre y el deceso europeista pero se abre la opción para construir una alternativa con muchas dificultades.  

Así las cosas, para muchos analistas Tsipras y su gobierno están en un callejón sin salida porque si sale que Sí en ese referéndum estarían deslegitimados para gestionar el acuerdo, máxime si su posicionamiento, durante la corta campaña, vaya a ser explicitamente por el No al mismo. Y este es precisamente el quid de la cuestión. ¿Por qué no habría de gestionar un gobierno aquello que el pueblo le mandata por referéndum aún siendo contrario a su voluntad?. 

Grecía y su población hace tiempo que cayeron en el abismo por la impericia de sus políticos y la codicia de sus clases económicas pudientes. Parece que el abismo nos atrajera tanto como nos puede dar repulsa y deberíamos saber que para salir de él no hay más remedio que intentar llegar hasta el fondo para poder coger impulso. 

El No al acuerdo, si vence, será una sorpresa incluso para Tsipras y Sryza. Veremos si podrán estar a la altura para poder gestionarlo. Si sale que Si al acuerdo, respirarán aliviados acallando las voces críticas de su propio partido, aunque entre la mayoría de la clase política europea y griega quedarán desligitimados para gestionar ese acuerdo, a pesar de que casi todos ellos estuvieran de acuerdo en que se alcanzase. 

Solo les queda una opción: guardar la máxima neutralidad en estos días y No pronunciarse explícitamente en ningún sentido para acatar el mandato de la ciudadanía y gestionar el resultado de la consulta.

No hay comentarios: